El bar El Jocar es un típico local «de pueblo» que se llena a la hora del «esmorzar». Manteles de papel, cacaos y aceitunas sobre la mesa, servicio rápido y atento, y materias primas tan predecibles como apetitosas. Muy de agradecer que si pides «negre» (morcilla), lo restriegan en el pan: un aplauso. El punto débil es el pan, que no hace ningún favor a los ingredientes de los bocatas. No obstante, siempre está lleno, así que «algo tendrá el agua cuando la bendicen», ¿no?